La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) firmó el pasado ocho de febrero un convenio de colaboración con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para que los ingenieros militares se hagan cargo de la rehabilitación de 112 km de la carretera Toluca-Ciudad Altamirano, en el tramo Tejupilco-Ciudad Altamirano.
Para realizar el trabajo, la SICT deberá entregar 737.8 millones de pesos (USD 43.4 millones aproximadamente) del presupuesto que le fue asignado para este año en la Subsecretaría de Infraestructura.
Los recursos, de acuerdo con la normatividad vigente, serán recibidos por la Sedena luego de la publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF) del respectivo convenio de reasignación. Además, la SICT ya debió haber entregado el proyecto ejecutivo requerido para hacer la rehabilitación.
El tramo mencionado, de acuerdo con las partes, es considerado como zona de alto riesgo para el desarrollo de trabajos por empresas constructoras. En consecuencia, los militares están en condiciones de hacerlos en tiempo, forma y con la seguridad requerida.
Con ese argumento, los ingenieros militares incursionarán en tareas de conservación, rehabilitación o mantenimiento de infraestructura carretera, como antes lo hicieron en la construcción de aeropuertos, trenes o hospitales durante la actual administración federal.
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Para evitar discrecionalidades, el acuerdo precisa que la Sedena deberá “administrar y aplicar los recursos presupuestarios que le entregue la SICT en un marco de transparencia y rendición de cuentas, en los términos de la normatividad aplicable y ante las instancias fiscalizadoras que así lo requieran”.
En la nueva colaboración, con vigencia al próximo 31 de agosto, también se estableció que el personal comisionado por las dos dependencias para realizar los trabajos continuará “de forma absoluta” bajo la dirección de la Secretaría que lo contrató, por lo que mantiene su relación laboral con quien lo contrató.
SICT mantendrá administración y conservación
Luego de que la Sedena realice la rehabilitación en el tramo carretero, deberá entregar a la SICT la infraestructura para su administración y conservación correspondiente.
En dicho contexto, los ingenieros militares también se preparan para dar mantenimiento a tramos carreteros del sureste del país que son afectados por el tránsito de camiones y materiales pesados requeridos para la construcción del Tren Maya.
Cabe destacar que esta situación sorprendió a los constructores privados, que históricamente se han hecho cargo de esa actividad y en esta ocasión, fueron relegados.
Estimaciones de funcionarios relacionados con el tema señalan que serán entre 2000 y 4000 millones de pesos los que la SICT deberá entregar a los militares para que realicen los trabajos carreteros este año.
Fuente: El Economista
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