Imagen referencial.| Crédito: Pixabay
El próximo 24 de abril de 2023, la empresa Marhnos deberá devolver al Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV) la concesión que fue otorgada a finales de la década de 1990 y que fue impulsada por la administración de Gobierno de ese momento.
La autopista Palín-Escuintla fue el primer modelo de cobro de peaje en Guatemala; es decir, con un sistema de pago para poder transitar, y a cambio se le brinda un mantenimiento constante por el paso de automotores particulares, comerciales y de transporte de pasajeros y carga.
Según el sitio de Marhnos,
se cuenta con 22.8 kilómetros de autopista concesionada bajo la modalidad de Alianza Público-Privada.
¿A quién se lo entrega?
La unidad de Concesiones y Desincorporaciones del CIV debe recibir la administración, una vez concluya el contrato, según las condiciones establecidas y definidas en la concesión.
Esa unidad tiene a su cargo ejecutar todas las actividades tendientes a la concesión y desincorporación de las obras y/o servicios públicos, cuya administración, ejecución y mantenimiento estén a cargo del CIV.
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Marhnos también deberá entregar una serie de indicadores, entre otra información, para lo cual hay un periodo de transición.
La referida unidad y el CIV deberán de informar la intención de la administración de la autopista, es decir cuál será el futuro cercano.
Por ejemplo, si habrá un nuevo concesionario y como se realizó su elección; legalmente puede ampliarse el contrato al mismo concesionario o bien, trasladar su administración al CIV; se tendrá que decidir si se cobrará el paso o no; y si se asignará una partida presupuestaria del gasto público para su atención y mantenimiento.
Fuente: Prensa Libre