En nueve años, Bolivia firmó cuatro contratos por US$394.8 millones (unos 2.725,8 millones de bolivianos) por las carreteras Santa Bárbara-Caranavi-Quiquibey y la doble vía Huarina-Tiquina, que siguen inconclusas.
Las dos rutas a cargo de la empresa Royal SRL fueron detenidas por la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), quien disolvió ambos contratos por segunda vez. Desde 2016, la empresa Royal estuvo al mando de ambas obras tras reemplazar a las contratistas, las firmas argentinas ArBol y Electroingeniería.
Carretera Santa Bárbara-Caranavi-Quiquibey
El primer contrato de esta carretera data del 19 de enero de 2010, cuando el presidente Morales y la Asociación Accidental Argentino-Boliviana, ArBol, pactaron el diseño y construcción del proyecto que une La Paz, Beni y Pando y forma parte del Corredor Amazónico que conecta Bolivia y Brasil. El contrato, modalidad llave en mano, tenía un costo de US$257.2 millones de dólares, (1.790,4 millones de bolivianos).
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Ante varios problemas y retrasos durante el 2013 y 2014 las obras fueron paralizadas y se anunció la rescisión del contrato. Esa intención fue concretada el 2015, por lo que la construcción fue detenida.
El segundo contrato se firmó en 2016 con la empresa nacional Royal SRL por US$68.3 millones (aproximadamente 475.4 millones de bolivianos).
Doble vía Huarina-Tiquina
En 2014, se firmó un contrato con la argentina Electroingeniería. Esta empresa es accionista mayoritaria de ArBol, que ya presentaba problemas en la carretera en los Yungas; pero aun así se adjudicó la vía por US$36.3 millones (unos 250.8 millones de bolivianos).
Debido a falencias en el avance, el 21 el junio de 2016 ese contrato fue disuelto y cuatro meses después se firmó el cuarto contrato. Con este se hizo la transferencia de la obra a la empresa Royal por 209.2 millones de bolivianos.
Ambas construcciones hoy están otra vez paralizadas.
Fuente: FMBolivia