En Bolivia, las obras de la empresa José Cartellone están paralizadas debido a deudas millonarias de la empresa con extrabajadores y subcontratistas.
La semana pasada se habría declarado en quiebra y sus cuentas y maquinaria siguen incautadas por Impuestos Nacionales. Se espera que el 10 de octubre retome las obras del tramo II de la ruta Muyupampa-Ipati y el túnel Incahuasi.
Según el diputado Basilio Velásquez, representante de la región del Chaco (Chuquisaca), en declaraciones a una emisora local, en reuniones la empresa señaló que no va más y no va a concluir la obra.
“Impuestos ha embargado todas las cuentas de la empresa, ha confiscado la maquinaria, hasta una pala y azadón están confiscados”, manifestó el diputado. El motivo de la quiebra, refiere Velásquez, es a consecuencia de la crisis económica que sufre Argentina, de donde proviene la empresa constructora.
“De 18.000 empresas que tiene Argentina, 9.000 ya han salido quebradas totalmente, una de ellas Cartellone, y fruto de ello en las cuatro obras que tiene en Bolivia, las cuatro están paralizadas desde mayo, igual por no pagar salarios y beneficios”, agregó.
Como alternativa se plantea que José Cartellone continúe figurando como contratista y que otra empresa subcontrada concluya ambos proyectos.
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