Una de las obras de mayor complejidad e importancia socioeconómica de las ejecutadas en Maisí, Guantánamo, después del paso del huracán Matthew, la carretera Yumurí - Jobo Claro, ya es transitable por diferentes tipos de vehículos.
El vial tiene como objetivo evitar el paso por la peligrosa loma La Boruga y permitir el acceso a Maisí, por el litoral norte, de rastras, ómnibus y otros medios.
Constructores de Villa Clara, Holguín y Santiago de Cuba se mantenían laborando en los metros finales del acabado del terraplén, y los de Guantánamo en la pavimentación y la conformación de las cunetas.
Al respecto, Frank González Alfonso, jefe técnico de la obra, explicó que, en su experiencia como especialista en obras de ingeniería, nunca había trabajado en una tan difícil y peligrosa como esa, pues en sus 4,5 kilómetros de extensión fue necesario mover alrededor de 800 000 metros cúbicos de tierra y roca, excavar con explosivos tramos de montañas conformadas por piedra caliza, incluyendo uno de más de 40 metros, y laborar muchas veces con los buldóceres y otros medios pesados al filo del abismo.
El vial Yumurí-Jobo Claro tiene ocho metros de ancho, de los cuales seis llevan pavimento, y lo conforman, además, siete obras de fábrica.
Fuente: granma.cu
Una de las obras de mayor complejidad e importancia socioeconómica de las ejecutadas en Maisí, Guantánamo, después del paso del huracán Matthew, la carretera Yumurí - Jobo Claro, ya es transitable por diferentes tipos de vehículos.
El vial tiene como objetivo evitar el paso por la peligrosa loma La Boruga y permitir el acceso a Maisí, por el litoral norte, de rastras, ómnibus y otros medios.
Constructores de Villa Clara, Holguín y Santiago de Cuba se mantenían laborando en los metros finales del acabado del terraplén, y los de Guantánamo en la pavimentación y la conformación de las cunetas.
Al respecto, Frank González Alfonso, jefe técnico de la obra, explicó que, en su experiencia como especialista en obras de ingeniería, nunca había trabajado en una tan difícil y peligrosa como esa, pues en sus 4,5 kilómetros de extensión fue necesario mover alrededor de 800 000 metros cúbicos de tierra y roca, excavar con explosivos tramos de montañas conformadas por piedra caliza, incluyendo uno de más de 40 metros, y laborar muchas veces con los buldóceres y otros medios pesados al filo del abismo.
El vial Yumurí-Jobo Claro tiene ocho metros de ancho, de los cuales seis llevan pavimento, y lo conforman, además, siete obras de fábrica.
Fuente: granma.cu
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