Recientemente, Bolivia inauguró la vía Entre Ríos – Palos Blancos como nueva vía que consolida la vinculación transversal de Tarija, situado al sur del país andino; pero la entrega definitiva de la obra ha generado cuestionamientos.
La obra fue construida por la empresa española Eurofinsa con una inversión estatal de US$83.9 millones, que la convierte en la obra más relevante y compleja de la anhelada ruta al Chaco.
La vía Entre Ríos – Palos Blancos, de 60.90 kilómetros, fue entregada provisionalmente a finales de abril de 2018, en medio de observaciones sobre el desempeño de la obra, las modificaciones sobre el Documento Base de Contratación (DBC) y los riesgos de los taludes en determinados puntos. Desde entonces corrían seis meses para hacer los ajustes pertinentes antes de la entrega definitiva.
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Durante el periodo de entrega provisional, la empresa ejecutora debe corregir defectos estructurales identificados, sin embargo, una vez procesa la entrega definitiva, la empresa se limitará a realizar el mantenimiento de la vía durante dos años dando por bueno lo realizado. Pasado ese periodo, la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) se haría cargo del mantenimiento de la vía, y si procede, de las modificaciones.
Existe un precedente en la misma vía Entre Ríos – Palos Blancos , el tramo Canaletas – Entre Ríos, una variante autorizada por la ABC pero construida por el Gobierno Departamental a través de una Asociación Accidental. El Servicio Departamental de Caminos (Sedeca) se hace cargo del mantenimiento porque la ABC no quiere recibir el proyecto vial dado que ha identificado numerosos problemas en los taludes, que son de pendientes inapropiadas.
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