Leyenda: Por cada USD 1000 millones de inversión en estos proyectos se sumarían 35 000 empleos directos.| Crédito: CCL.
En medio de la complicada coyuntura que vive el país y un escenario internacional poco favorable, diversas entidades han proyectado que el crecimiento de la economía peruana este año sería solo de entre 2% a 3%; en este contexto, es prioritario empezar con la reactivación, y ello implica entre otros temas, que se acelere la realización de los grandes megaproyectos pendientes que contribuirían a impulsar el crecimiento del PBI.
Para el exministro de Economía y Finanzas, Luis Miguel Castilla, los megaproyectos que “por su dimensión”, pueden impulsar más el crecimiento de la economía del país, son los de infraestructura, como es el caso de la Línea 2 del Metro de Lima, el proyecto de Ampliación del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, y la nueva Carretera Central; así como los proyectos de irrigación como Chavimochic III (La Libertad), y Majes-Siguas II (Arequipa).
“Cada uno de estos proyectos tiene una complejidad muy particular que viene demorando su ejecución. La solución requiere de una gestión muy detallada y de un acompañamiento fuerte del Estado. Y esto último es difícil, teniendo en cuenta los continuos cambios de titulares de ministerios que se han venido dando”, comentó.Lee también► Perú culmina el estudio definitivo del puente Carrasquillo ubicado en Piura
Impacto económico
¿Cómo impactaría en la economía del país el hecho de que se empiecen a reactivar o acelerar los cinco megaproyectos referidos? Luis Miguel Castilla, resalta que en los próximos dos a tres años, sumarían dos puntos adicionales al crecimiento de la economía.“El impacto económico (del inicio de estos megaproyectos) no se vería en el corto plazo, sino en los siguientes años. Lo que sí (de manera inmediata) ayudaría a mejorar y generar expectativas (en el país), que hoy son negativas. Esto haría que aumente la decisión del gasto en general y contribuiría a que empiece a moverse de nuevo el aparato público”, señaló.Para Castilla, el anuncio del destrabe de estos proyectos y de que comenzarían a construirse o acelerarse, generarían el “quiebre de la ola pesimista que hay en el país”, y por ende impactaría en la economía y en el consumo.
“Pero, además, hay un efecto multiplicador por la construcción de estos megaproyectos mientras esto dure; y de ahí también se empezarían a materializar beneficios como mejor accesibilidad, productividad, reducción de costos logísticos y de ineficiencias por falta de infraestructura. Se generarían así efectos de largo plazo que harían que la economía (del país) crezca de manera sostenida a una tasa mayor”, indicó.Para el director ejecutivo de Infraestructura de EY, Camilo Carrillo, la falta de decisión de las entidades del Estado de reactivar o licitar los grandes megaproyectos que requiere el país generan “enormes pérdidas”. En ese sentido, advierte que solo en el caso de Chavimochic III y Majes-Siguas II, se pierden al año USD 1000 millones en exportaciones por cada uno. Para Camilo Carrillo, además de Chavimochic III, y Majes-Siguas II, también sería necesario que las autoridades prioricen el desarrollo del Ferrocarril Huancayo-Huancavelica, así como el Anillo Vial Periférico (Lima). “Entre estos cuatro proyectos se tiene una inversión de alrededor de USD 3500 millones y el impacto económico que generarían al país en los próximos cinco años sería del doble o el triple de este monto”, destacó. En cuanto al empleo que generaría la realización de los diferentes megaproyectos del país, Carrillo, de EY, señala que, por cada USD 1000 millones de inversión en infraestructura, se generarían alrededor de 35 000 empleos directos, por tanto “el impacto en este ámbito sería grande”. “Y a esto hay que sumarle los empleos indirectos”, añadió.
Otros proyectos
También contribuirían a dinamizar la economía del país los proyectos mineros que se han venido postergando y cuya ejecución se aceleraría si las autoridades manejasen mejor los conflictos sociales, y de mejorarse el marco de los permisos que requieren, resalta el extitular del MEF, Luis Miguel Castilla. Así, destaca que hay 10 proyectos que suman más de USD 10 000 millones, entre los que figuran la ampliación de Toromocho y Sulfuros Yanacocha, entre otros. “Hay más de 40 proyectos mineros por más de USD 51 millones que están en distinta fase desde prefactibilidad hasta en construcción”, menciona Castilla, quien resalta que, en total, según la Contraloría General de la República, en el país hay 2500 proyectos de obras públicas paralizados, por un valor de alrededor de 30 000 millones de soles (USD 7885 millones al cambio actual). Por su parte, Camilo Carrillo, refiere que se espera que la Agencia de Promoción de la Inversión Privada (ProInversión) pueda adjudicar este año, el desarrollo de hospitales en el norte del país por un monto de inversión de alrededor de USD 300 millones, así como diversos proyectos educativos en Lima por casi USD 400 millones. “De realizarse, estos proyectos impactarían también notablemente en la economía del país”, refiere. Lee también ► Metro de Lima: Línea 2 avanzó apenas 4% en un añoAcciones a realizar
¿Qué deben hacer las autoridades para destrabar o acelerar la ejecución de los megaproyectos que requiere el país?, El director ejecutivo de Infraestructura de EY, refiere que debe darse a ProInversión estabilidad y fortaleza, así como brindarle mayores competencias. Esto, teniendo en cuenta que esta entidad no puede aprobar procesos y debe pedir permisos a los ministerios y a la Contraloría General de la República.“Eso debe cambiar, ya que, al ser un organismo especializado, debe tener competencia de decisión, sino no tiene sentido”, aseveró.Asimismo, Castillo señala que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) debe asumir su liderazgo haciendo el seguimiento de los proyectos con las diferentes carteras ministeriales; entre otras acciones. “Es prioritario que haya estabilidad en el país y decisión para acelerar los proyectos”, acotó. Finalmente, para Juan José Marthans, de la UDEP, la solución para la reactivación de los megaproyectos en el país, “es compleja e implica varios temas” como es el caso de la recomposición del frente político con el fin de garantizar que su accionar sea “absolutamente transparente”, lo cual implicaría el cambio de la estructura misma de constitución de los partidos políticos, así como el esquema de participación en los procesos electorales. Asimismo, Marthans sugiere que se debe trabajar en un plan estratégico del país, con una visión a largo plazo, entre otras acciones.