Crédito: Unacem
Mientras que el 2021 fue un año positivo para la industria cementera peruana por el aumento de la demanda.
"Antes de la pandemia, había un notable crecimiento en el rubro de la construcción (cemento, materiales de construcción y pinturas). Sin embargo, con la llegada de la crisis sanitaria, se registraron caídas de hasta el 50% ya en abril [de 2020]. El impulso volvió meses después, en septiembre, debido al desarrollo del sector y la mejora de las viviendas", dijo Guadalupe Rosazza, consultora de negocios para el sector de la construcción en Total Market Solutions (TMS).
Como resultado, Unacem cerró el año 2021 con un incremento interanual del 35,5% y Cementos Pacasmayo vio su resultado de negocio aumentar un 40% interanual.
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"Las razones detrás de este repunte son variadas: las bonificaciones entregadas por el Gobierno, los retiros de fondos para los afiliados a las AFP, la disposición de la CTS, entre otras. Con este dinero extra, la gente empezó a buscar rentabilidad a futuro aumentando los inmuebles en alquiler. El impulso vino principalmente de la autoconstrucción", dijo Rosazza.
Sin embargo, TMS prevé un crecimiento más modesto en 2022. "Durante el primer trimestre observamos un incremento relevante, pero no con la intensidad del año anterior. Además, el impulso proviene principalmente de las provincias y no tanto de la capital", afirmó Rosazza.
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