Construcción del puente de Génova./Crédito: Iterchimica
Una serie de tecnologías innovadoras desarrolladas por un equipo Made in Italy liderado por Iterchimica, trabajó en el nuevo puente de Génova, San Giorgio, a través del diseño, producción e instalación de conglomerados bituminosos. Por Ing. Blanca Durand, Área Manager, Iterchimica S.p.A.
Veinte días. Del 8 al 28 de julio de 2020. Un corto periodo de tiempo, en pleno verano, para llevar a cabo una tarea que, junto con los demás procesos de este particular contexto laboral, se ha puesto bajo los reflectores del mundo, ya que el tema de la discusión no es otro que el nuevo puente de Génova, San Giorgio, diseñado por Renzo Piano y construido por el consorcio WeBuild-Fincantieri (PerGenova).
El proceso que se completó en esos 20 “días de fuego”, se refiere al diseño, producción e instalación de conglomerados bituminosos. Se trataba de extender y compactar en las rampas y la losa del tablero (4 carriles más dos carriles de emergencia) 15 cm de capa base, 7 cm de ligante y 4 cm de carpeta de rodadura.
Una serie de tecnologías innovadoras desarrolladas por un equipo Made in Italy liderado por Iterchimica, específicamente del compuesto polimérico Superplast para la base y la capa intermedia y el supermodificador Gipave para la mezcla SMA (Splitt Mastix Asphalt) de la carpeta de rodadura. Se ha trabajado con ambas soluciones en varias circunstancias. Hoy forma parte de una historia emblemática de colaboración técnica dedicada a la calidad.
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Solución patentada
Antes de llegar al corazón de la historia, presentamos a los actores y las características del proyecto Gipave. El supermodificador de Iterchimica tiene una larga experiencia tecnológica y dos patentes, una para el proceso de recuperación de plásticos y la segunda para el aditivo final. Entre sus componentes, además de plásticos específicos seleccionados, se encuentra el grafeno, que confiere al asfalto una resistencia superior al 250% respecto a las soluciones tradicionales. El componente “plásticos duros recuperados” (por ejemplo, los de juguetes específicos, cestas y muebles de jardín, normalmente no recuperables y destinados a plantas de conversión de residuos en energía) es gestionado por G.Eco (grupo A2A), mientras que el grafeno es suministrado por Directa Plus, una empresa con sede en Como, especializada en el tema. Estos son, junto con la Universidad de Milán Bicocca, los tres protagonistas del proyecto Ecopave. De hecho, Gipave se desarrolló como parte del proyecto UE-Región de Lombardía llamado Ecopave y sus resultados han sido corroborados por 10 campos de prueba. Vale la pena resumirlos: aeropuerto de Roma Fiumicino, aeropuerto de Cagliari Elmas, SP 3 Ardeatina en Roma, SP 35 y SP 40 en la provincia de Milán, circunvalación de Fabriciano en Bérgamo, SP 62 en Laimburg (BZ), Main Road en Curbridge , Oxfordshire (Reino Unido), carretera a Dartford en Kent (Reino Unido) y, finalmente la estación de servicio Q8 en la SP 3 Ardeatina en Roma. Los datos siempre han confirmado lo que se ha probado en los tres años de investigación en laboratorio: un aumento significativo de la resistencia a los ciclos de carga y la capacidad de soportar excursiones térmicas, un aumento del rendimiento estructural que trae consigo la prolongación de la vida útil del pavimento, con la evidente reducción de las intervenciones de mantenimiento. El asfalto con Gipave, que se añade directamente al mezclador, es 100% reciclable en los ciclos de producción posteriores, lo que permite ahorrar materias primas y reducir las emisiones. Entre los beneficios adicionales del conglomerado colocado en obra: la mejora de la adherencia y absorción acústica del pavimento.Calidad para Génova
Volviendo a Génova y sus veinte días “calientes”, los del asfalto - cuya mezcla fue desarrollada por el laboratorio oficial Poliedro - en los que las máquinas Bomag de Giuggia Costruzioni se encargaron de colocar y compactar la “última pieza crucial” del nuevo Puente WeBuild-Fincantieri, que unos días después sería inaugurado por el presidente de la República Sergio Mattarella. “Fueron semanas de trabajo muy duro -comenta hoy Federica Giannattasio, CEO de Iterchimica- vivido a un ritmo muy intenso, pero fue una gran satisfacción para la empresa y para nuestros muchachos. Vivir esa experiencia, participar en la construcción de una obra tan significativa, es un orgullo para una empresa mediana como la nuestra, que se centra íntegramente en la innovación y la investigación”. Pero vayamos al proyecto que precedió estas notas de orgullo, con la ayuda de la ingeniera Loretta Venturini, directora científica y del desarrollo estratégico de Iterchimica, y el profesor Alessandro Marradi, catedrático de carreteras en la Universidad de Pisa, diseñador y consultor de Iterchimica en esta intervención (con él colaboró el ingeniero Gioacchino Gennusa, de Dynatest). Ese es el equipo que apoyó de facto al profesor Lorenzo Domenichini, consultor para el diseño del pavimento del puente San Giorgio, en la introducción de los nuevos aditivos. “Una hermosa sinergia que pudimos implementar - explica Marradi - debido a que, antes de la ejecución, nos encontramos en un momento histórico en el que esta innovación tecnológica contaba con una importante serie de datos de respaldo, recogidos en el último año. Una solución diferente, por lo tanto, respecto a la de la elaboración del proyecto del profesor Domenichini, quien de hecho acogió con satisfacción esta nueva posibilidad que brinda una evolución técnica”. Una oportunidad para el asfalto con grafeno en la obra de construcción más observada de Italia. Un riesgo, tal vez, pero extremadamente calculado con precisión debido a la cantidad de datos disponibles y reconfortantes. Lee también ► Tecnología bajo tierra: Sistema de Pilotes en el Metro de Lima“La elección final del supermodificador de grafeno -continúa Marradi- se hizo siguiendo un proceso muy riguroso, que se puede dividir en tres etapas: en una primera fase elaboramos un documento de todas las experiencias realizadas y certificaría que, el uso de los polímeros innovadores, mejoraron en general, el rendimiento de las capas de la estructura del pavimento. Por lo tanto, los organismos responsables aceptaron que también se realizaran ensayos de precalificación con los compuestos de Iterchimica, en paralelo a lo ya previsto con las mezclas del proyecto (mismos áridos, mismo diseño de mezcla, mismos espesores: sólo habría cambiado el ligante.)”.¿El resultado de las precalificaciones? Mejora: tanto en comparación con las soluciones “Gipave” previamente probadas, como con respecto a los conglomerados bituminosos diseñados. Tercer paso, los controles durante la construcción y las comparaciones posteriores respecto a las precalificaciones: “En este caso, señala Venturini, fuimos testigos de un nuevo salto en la calidad: las mezclas colocadas en el puente no solo tenían un mejor desempeño de aquellos que “prometimos”, también cumplían ampliamente con las precalificaciones. Un crecimiento cualitativo y una gran satisfacción para todos, ya que ningún detalle se ha dejado al azar, gracias al trabajo de todos nuestros técnicos coordinado por el director técnico Dr. Augusto Ciarlitti”. Explican los expertos, se está llevando a cabo una nueva fase de análisis, que producirá un estudio final útil para futuras aplicaciones. Pero ya se pueden extraer algunas lecciones de esta intervención sui generis, por ejemplo, en lo que respecta a factores cruciales como la investigación, las pruebas continuas, el trabajo en equipo, las inversiones en tecnología, la atención a cada detalle, los controles multiplicados y, por último, pero no menos importante, la confianza en un innovación vista, revisada y probada. Nota al margen: el componente Gipave del paquete fue donado por Iterchimica y sus socios a la ciudad de Génova.