
Sacyr Ingeniería e Infraestructuras ha puesto en marcha el proyecto B-LOW2 “Nuevos materiales base-cemento ecosostenibles que reducen nuestra huella de carbono” para reducir el efecto contaminante de la producción de hormigones.
Este proyecto cuenta con el apoyo del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades de España y se realiza en colaboración con Grupo Puma y las Universidades de Córdoba y de Granada.
El proyecto B-LOW2 plantea la reducción del uso del clínker, uno de los materiales más contaminantes de la producción del hormigón.
El clínker es el responsable del 65% de las emisiones de CO2 en el proceso productivo del hormigón, por lo que este proyecto estudia su sustitución por materiales alternativos y sostenibles que cumplan con los estándares de rendimiento exigidos por la normativa.
B-LOW2 investiga en el empleo de nutrientes sostenibles procedentes de residuos para reducir el uso de clínker y áridos convencionales, desarrollando hormigones estructurales y no estructurales, así como morteros especiales.
Este enfoque busca reducir las emisiones de dióxido de carbono y limitar el consumo de recursos naturales. Los materiales que se usarán para sustituir al clinker son residuos de construcción y demolición (RCDs), biomasa, escoria de acceso inoxidable y caolinita.
El hormigón es el material más duradero, versátil y accesible para la construcción, pero a la vez, es uno de los que genera más emisiones de CO2.
Este proyecto, con número de expediente CPP2023-010482, está cofinanciado por la Unión Europea dentro de la convocatoria Proyectos de Colaboración Público-Privada (2023) del Plan Estatal de Investigación Científica, Técnica y de Innovación 2021-2023.
Innovaciones de Sacyr en el hormigón
Sacyr Ingeniería e Infraestructuras, en colaboración con Flexofibers, creó nuevas fibras de refuerzo para el hormigón que sustituyen a la armadura tradicional, compuestas por el acero de neumáticos fuera de uso (NFU).
Además, Sacyr en Chile ha desarrollado un nuevo hormigón a partir de la revalorización de residuos de vidrio procedente de grandes ciudades, como Santiago y Valparaíso, con el objetivo de reducir el uso de cemento.