Los trabajos del corredor Paseo del Bajo, que unirá la Autopista Buenos Aires–La Plata con la autopista Illía, avanza casi sin freno. Según adelantó el Gobierno, a la nueva vía rápida solo le resta las últimas capas de asfalto, colocar los paneles insonorización, la iluminación y algunos detalles en las salidas de emergencias que tendrá la autopista.
Las obras se iniciaron en enero de 2017 y demandó una inversión de US$650 millones, de los cuales US$400 millones fueron aportados por la Corporación Andina Financiera (CAF) y el resto fue obtenido de la venta de terrenos nacionales (en su mayoría ferroviarios) que fueron cedidos a la Ciudad.
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El nuevo corredor vial de 7.1 kilómetros es ejecutado por el Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte, a través de Autopistas de Buenos Aires (AUSA). La obra correrá en paralelo a las avenidas Huergo-Madero y Alicia Moreau de Justo-Antártida Argentina desde la avenida Brasil hasta el norte, donde se incorporará a la autopista Illia, con accesos al Puerto y a la Terminal de Omnibus de Retiro. La vía será la primera en utilizar el sistema de peajes Free Flow, que evitará que los camiones y los micros se detengan en las estaciones de peajes. El corredor Paseo del Bajo tendrá en total 12 carriles, cuatro de vía rápida y exclusivos para camiones y micros de larga distancia, bajo trinchera, dos sentido al norte y dos sentido al sur; ocho carriles para vehículos livianos, cuatro de los cuales correrán sobre la traza del corredor Alicia Moreau de Justo - Antártida Argentina con sentido norte, y los otros cuatro, sobre el corredor Huergo - Madero con sentido al sur.