La autopista Colima-Manzanillo, una de las principales arterias viales del estado de Colima, México, está en plena transformación. Ayer (6 de noviembre), la gobernadora Indira Vizcaíno Silva dio el banderazo de arranque a la ampliación de cuatro a seis carriles en la autopista Colima-Manzanillo, tramo La Salada, obra que implica una inversión superior a 4970 millones de pesos (cerca de USD 250 millones).
Esta ampliación es un componente fundamental del Corredor Logístico Carretero de Colima, un proyecto ambicioso con una inversión histórica de 15 432 millones de pesos (cerca de USD 776 millones). Con este corredor, Colima apuesta por fortalecer su infraestructura vial y estimular tanto el crecimiento económico como el turismo en la región.
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La autopista Colima-Manzanillo se extiende por 43.1 kilómetros, conectando la capital del estado con los municipios de Armería y Manzanillo. Originalmente construida con cuatro carriles, esta vía ahora presenta necesidades de modernización que incluyen correcciones en el trazado para mejorar la fluidez y seguridad en el tráfico, sobre todo en curvas cerradas. La nueva ampliación a seis carriles, con tres en cada sentido, permitirá una infraestructura más amplia y eficiente a lo largo del estado, preparada para un tránsito continuo de alta capacidad.
El impacto de estas mejoras no solo se reflejará en el ámbito logístico, sino también en la experiencia de los turistas. Después de las obras, los turistas podrán trasladarse rápidamente entre la capital colimense y las playas de Manzanillo y Armería, disfrutando de un viaje seguro y fluido que les permitirá aprovechar mejor su tiempo en los diferentes atractivos de Colima.