Fábrica de Cielo Azul Cemento entrará en funcionamiento en Uruguay

Foto: Cielo Azul Cemento La industria cementera uruguaya, en unos pocos meses, tendrá en funcionamiento la fábrica de cemento pórtland Cielo Azul en el departamento de Treinta y Tres, que será la más grande del país. El nuevo jugador aumentará la competencia en el mercado y supone todo un desafío para Ancap.  La nueva planta que se desarrolla con una inversión superior a los USD 100 millones tendrá una capacidad aproximada de producción de 600 mil toneladas al año y quedará operativa en el último trimestre de este año. La empresa es propiedad de un grupo inversor de origen brasileño con fuertes vínculos en Uruguay, que desde hace unos 30 años tiene presencia en el rubro de los agronegocios, entre otros. Lee también: Guatemala retomará Autopista Escuintla – Puerto Quetzal Además de abastecer al mercado local, la producción tendrá como objetivo a la región, y dentro de ella el sur de Brasil y el litoral argentino. Cabe destacar que en 2019 el grupo empresarial fundó en Asunción la empresa Cielo Azul Paraguay que se dedica a la venta de hormigón premezclado. Actualmente utiliza cemento pórtland de proveedores locales, pero una vez se cuente con producción utilizará el cemento uruguayo. “Existe una gran confianza en el Uruguay, en su gente, en las reglas claras, en el orden jurídico. Estos activos del país permiten que la inversión sea evaluada considerando solo el propio riesgo del negocio”, dijo a El Observador el gerente general de Cielo Azul Cemento, Adrián Klemenco. El ejecutivo explicó que “será la primera fábrica del país que contará con la tecnología específica para el tratamiento de las emisiones gaseosas, asegurando prácticamente nulas emisiones de material particulado y de óxidos de nitrógeno”. El yacimiento ubicado a unos 15 kilómetros de la ciudad de Treinta y Tres, cuyo permiso de explotación fue adquirido en 2006, cuenta con reservas probadas de caliza de aproximadamente 200 millones de toneladas, lo que implica casi 200 años de funcionamiento. Fuente: El Observador