Foto: Coviandes
La primera semana de noviembre, Colombia terminará de pagar a Coviandes la deuda adquirida por la construcción y operación del segundo tramo de la Vía Bogotá – Villavicencio, según la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI).
El tramo comprende 29 kilómetros y es donde se han representado los mayores problemas para la conectividad de estas dos ciudades.
Por un lado, los repetidos derrumbes que se registraron desde mayo de este año y que provocaron que la carretera tuviera que cerrarse entre junio y septiembre. Coviandes no atendió estos problemas porque en su contrato no estipulaba el mantenimiento de los taludes. Además, el puente Chirajara, que hace parte de ese tercio, se derrumbó el 15 de enero de 2018 por errores en los diseños. A causa de esa falla murieron nueve personas.
Así, pese a que el contrato 444 de 1994 perderá vigencia en los próximos días y Coviandes entrará en proceso de liquidación, dado que se trata de una sociedad con objeto único dedicada a un proyecto concreto, aún quedan obras pendientes.
Lee también: Yuma Concesionaria, a cargo de Ruta del Sol III, se desmarca de Roberto Prieto
La primera es terminar la barrera metálica de cerramiento en el kilometro 58 para permitir el paso vehicular de manera indefinida. La segunda es la construcción del puente Chirajara, intervenciones que según el viceministro de Infraestructura y actual presidente encargado de la ANI, Manuel Felipe Gutiérrez, arrancarían antes de que termine el 2019 y finalizarían en 2021.
Cabe recordar que por los perjuicios que le causó a la Nación la caída del puente, actualmente corre un proceso sancionatorio en contra de Coviandes.
Más de Carreteras
¡No se pierda ningún número! Subscríbase gratis a Carreteras